La Villa de Aínsa se encuentra en la mágica comarca de Sobrarbe; situada sobre un alto a 589 m. de altitud y entre la confluencia de los ríos Cinca y Ara, éste último, está considerado el más salvaje de España, donde el ser humano aún no ha puesto la mano para cambiar su cauce. Rodeando la vida encontramos una cadena de montañas que, con un poco de imaginación, nos recuerdan a un indio tumbado, y sí además coincide que, en su parte más alta, hay alguna graciosa nube, éste da la sensación de estar fumando la pipa de la Paz.
Conjunto Histórico-Artístico
En el año 1965 el Casco Antiguo de Aínsa es declarado Conjunto Histórico-Artístico, su plaza con largos porches y arcos de media punta y apuntados. Es un lugar de visita obligada, ya que en sus callejuelas podemos disfrutar de un entorno medieval y observar antiguas casas de solera, como es la Casa de Bielsa, del siglo XVI o XVII con unas ventanas reseñables que destacan de las construcciones del entorno, también podemos ver Casa Arnal del siglo XVI es un ejemplo de la edificación típica de la comarca, con sus portadas y rejas. El concepto de casa no abarca únicamente el edificio físico, sino que se extiende a la propia familia y a sus acciones dando personalidad a la construcción. Si deseamos conocer un poco más de la zona podemos acudir al Museo de Oficios y Artes Tradicionales, al Eco Museo de Aínsa, o el Centro de visitantes del Geoparque, que nos ayudaran a entender la cultura montañesa.
En 1931 se concede a la parroquia y al castillo la categoría de Monumento Nacional, teniendo lugar una posterior restauración devuelve la belleza a la antigua Villa. En el casco antiguo, el Castillo de Aínsa, datando del Siglo XI y XVII, conserva muy pocos elementos del original edificio Románico. Destacan en él la Torre del Teniente, de planta pentagonal, hoy convertida en un EcoMuseo, el gran patio de armas y un portalón que se abre a la plaza Mayor de Aínsa con un paseo románico que acaba en la misma.
La iglesia de Santa María de Aínsa, es un buen ejemplo de la arquitectura medieval de la Comarca de Sobrarbe, si bien, a lo largo de su historia, ha sufrido, numerosas modificaciones en las distintas estancias que la componen. El origen de este templo se remonta al siglo XI, siendo una construcción de sillarejo y sillar de proporciones irregulares.
El acceso a la iglesia, se practica por una puerta abierta con arco de medio punto y arquivoltas, sustentadas por columnas con capiteles labrados, en la parte superior de la entrada se distingue el habitual crismón románico. Cripta subterránea: desde la iglesia, descendiendo desde el primer tramo de la nave se accede al subterráneo, a una cripta abierta bajo la cabecera del templo. Pero la iglesia, tiene otra puerta a los pies, que sirve de enlace entre el propio templo, la torre y el claustro medieval de planta pentagonal irregular. En cambio, para subir a la torre, y disfrutar de una bella panorámica del casco histórico de Aínsa y sus alrededores, se accede desde el exterior, por una puerta en alto. Al ascender hasta los vanos del campanario, se comprende el porqué esta torre tuvo un uso religioso, pero sobre todo militar ya que es un excelente mirador sobre el Cinca.
Leyendas, simbolismos y tradiciones
Podemos destacar, sin duda, la Cruz de Sobrarbe, que data del año 724. La leyenda narra que los cristianos huidos del dominio musulmán se reúnen en Aínsa para la reconquista del territorio perdido y que en la batalla dirigida por Garci-Ximeno consiguen ganar, gracias a la aparición, sobre una carrasca, de una cruz luminosa, que les devolvió el coraje en un momento de debilidad, para recuperar la ciudad.
Los aldeanos de Aínsa representan esta batalla con la fiesta bianual de “La Morisma”. Actualmente se realiza en años pares, siendo así en 2024 la próxima escenificación. Si no tenéis el privilegio de estar presentes en vuestra visita a San Martín, os recomendamos un pequeño paseo hasta la Cruz Cubierta , que se encuentra saliendo del parking ubicado en el casco antiguo de Aínsa hasta encontrar este pequeño monumento alzado en recuerdo de la batalla ganada por los cristianos, justo a la salida del castillo.
Antiguamente, el transporte fluvial en Aragón se basaba en el uso de Nabatas (o navatas). Este medio de transporte se ha utilizado en los ríos pirenaicos para descender los troncos de los árboles, cortados en los montes de difícil acceso, que se unían mediante ataduras para formar balsas de una quincena de troncos; se agrupaban hasta cuatro balsas y eran gobernadas en su conjunto por dos o más hombres que manejaban sus largas pértigas, dispuestos uno en la balsa de cabeza y otro en la última. El descenso de la madera por este medio se practicaba desde la Aézcoa y el Roncal, en Navarra, hasta la zona alta de Lérida. Los árboles eran arrastrados por mulos hasta los arroyos más próximos a la corta; las aguas de las grandes avenidas de otoño los desplazaban hasta los ríos mayores, donde llegaban aisladamente y allí se formaban las nabatas y comenzaba el trabajo de los nabateros, especialmente en los ríos Esca y Cinca, bajando hasta el Ebro, en Zaragoza, y a veces hasta Tortosa, desde donde los grandes árboles pirenaicos destinados a construcciones navales se embarcaban hasta Cartagena. Como curiosidad, cuando mosén Bruno Fierro va desde Saravillo a Madrid, para entrevistarse con el general Prim, sube en una nabata de las que descienden por el Cinqueta hasta el Cinca y llega con ella hasta Monzón, no continuando por el río, sino tomando la diligencia hasta Zaragoza.
El 22 de Mayo de cada dos años se conmemora este duro oficio, realizando un descenso desde Laspuña hasta Ainsa, para no olvidar una tradición que marcó la vida de mucha gente.
En la plaza del Castillo de Ainsa tenemos una reproducción de una Nabata, para que ustedes puedan observar, como es la construcción, y si desean mas información en la población de la Laspuña hay un museo que nos narra toda su construcción detalla.
Más información, Turismo Ainsa. Si desea solicitar una visita guiada de Aínsa, consúltenos.
Las Fiestas de Ainsa
19 de Enero: Víspera de San Sebastián, hogueras.
20 de Enero: celebración de San Sebastian.
Primer domingo de febrero: celebración de La Ferieta de Aínsa.
Primer fin de semana de septiembre de cada dos años: representación de la Morisma.
Segundo fin de semana de septiembre: Expoferia del Sobrarbe, celebración de la Expoferia de Sobrarbe.
14 de Septiembre: fiestas mayores en honor de la Exaltación de la Santa Cruz.
Calle Única, 0 S.N.
Caserío De San Martín De Morcat
22149 Morcat, Huesca España