Barranco de San Martín

Para esta excursión deberemos de pensar en dedicar una mañana o una tarde, dependiendo de la época del año. El equipamiento no es mayor que el que resulte más cómodo para el senderista, aunque es recordable llevar buen calzado, bota principalmente de buena suela y un bastón o elemento de apoyo. En cuanto a la ropa, ésta depende del tiempo en el que hagamos la salida. Este es un recorrido de dos horas y media a tres y dada la amplitud del espacio, es previsible a meteorología; por tanto se trata de adecuarse a la época del año y circunstancia del momento.

Importante: Al tener que hacer algunos tramos del barranco por el cauce, debido a las características de los arrastres que deposita el agua, se recomienda valorar los pasos antes de iniciar el recorrido, no tanto por el caudal de agua como por lo resbaladizo del cauce. Por supuesto al tratarse de un barranco, si hay previsión de lluvias es mejor posponer la visita.

El recorrido lo iniciamos al final de la pista asfaltada de la Valle y con la entrada a San Martín, en una curva de 180 grados, donde hay un cartel que indica fin de camino. Justo debajo de los apartamentos de Turismo Rural, Condado de San Martín. Salvamos el pastor eléctrico que nos corta el paso y entramos en un barranquito con sendero que nos conduce al río y en concreto a la primera de las gradas del barranco de San Martín en la zona que denominan gorgas, pozas, o las bañeras.

Remontada esta zona de las gorgas, siempre siguiendo el cauce aguas arriba atravesaremos distintos espacios, con mayor o menor profusión de rocas, gravas y pasos de agua de distinta anchura y profundidad, lo cual en época normal, no es problema insalvable. Conforme avanzamos el cauce se cierra hasta que llegamos a un punto, Chinchirigoy, donde el mismo se abre para presentarnos una laguna que se alimenta de agua a través de una cascada que se forma por el desnivel del cauce y por la presencia de una gran losa de roca que , a su vez, genera una covacha, lo que da al paraje , le un encanto singular, el agua, esmeralda la mayor parte del año le confiere una belleza que dota de una serenidad el entorno.

Al llegar a este punto nos parecerá que no podemos salvar el desnivel, pero si retrocedemos unos 150 metros, a mano izquierda del cauce, nos encontramos un promontorio de roca, con un hito de piedras sueltas que nos indica el inicio de un sendero que discurre entre arbustos, paralelo al cauce que no dejaremos de ver en todo momento, pero que nos sitúa sobre la roca de Chinchirigoy.

Una vez en este punto, sobre Chinchirigoy, nos encontraremos con una gran explanada de roca al que confluyen dos barrancos; El río Sieste que procede de las Casas de Barranco Fondo y otro a la derecha, no carente de belleza, por el cual podremos acceder a Campodarve. Tomamos el barranco de la izquierda y, a pocos metros nos encontramos con la cascada de el confesionario que alguien ha rebautizado como los Chorros de Coño del Mundo, por su sugerente formación calcárea.

Nuevamente estamos ante una formación rocosa espectacular, de gran altura, con cueva incluida, visitable en toda su majestuosidad. Lo que parece insalvable para el senderista no experto de montaña, tiene un espacio de acceso desde la explanada de Chinchirigoy y si ese es nuestro deseo, podremos llegar al nacimiento del Río Sieste, bajo las Casas de Barranco Fondo.